Monitoreo de la Calidad del Agua de C. del Uruguay

Publicado por saludparatodos El marzo - 15 - 2012

La turbidez tiene una gran importancia sanitaria, ya que refleja una aproximación del contenido de materias coloidales, minerales u orgánicas, por lo que puede ser indicio de contaminación (Espigares García y Fernández Crehuet, 1999).

La causa de la turbidez del agua de bebida puede deberse a un tratamiento insuficiente en la planta de potabilización o a que el sedimento ha vuelto a quedar en suspensión en el sistema de distribución, así como a la existencia de conexiones cruzadas en el mismo.
Elevados niveles de turbidez pueden proteger a los microorganismos de los efectos de la desinfección, estimular la proliferación de bacterias y aumentar la demanda de cloro. En muchos casos no se logra destruir los patógenos y las bacterias fecales, aglomerados o adsorbidos por partículas. También diversas sustancias químicas peligrosas como metales pesados, organoclorados y otros se unen sobre todo a los ácidos húmicos y otras partículas orgánicas.
Todos estos riesgos se acentúan cuando la turbidez es superior a 5 UNT (unidades nefelométricas de turbidez), valor que no debe sobrepasar ninguna muestra. Por lo tanto, debe ser baja para que la desinfección sea eficaz (OMS, 1998) y que bajen los riesgos de que el agua de consumo vehiculice tóxicos que se manifiesten en diversas enfermedades crónicas. Debe destacarse además la importancia de la presencia de algas, rotíferos y otras especies, como parte de un fito y zooplancton detectable no solo en los cursos de agua superficiales sino también en las redes de distribución como en el caso de la ciudad de Rosario (Argentina), aún con valores de turbidez de 0,5 UNT. Este hecho ha llevado a incorporar normas de calidad protistológica para el agua de consumo, en aquella ciudad, (INGALINELLA y cols., 1997).
La baja eficiencia para remover algas en el caso de algunas granulometrías y tiempos de filtrado utilizados ha llevado a proponer valores más bajos de turbidez, planteándose un rango entre 0,1 y 1 UNT. En el intestino de organismos zooplanctónicos quedan protegidos de la cloración diversos tipos de microbios patógenos para el hombre (LUPI y cols., 1994). También se ha hallado clara vinculación entre el aumento de la turbidez y el riesgo de hallar quistes de Giardia y Cryptosporidium (LE CHEVALIER y NORTON, 1992).
La turbidez del agua se genera por la presencia de partículas en suspensión. La velocidad de sedimentación de las partículas pequeñas (menores al micrón de diámetro) es muy baja, por lo que requieren tratamiento de una prolongación adecuada para lograrla.
La operación correcta de una planta de tratamiento logra niveles muy bajos, recomendándose valores inferiores a 1 UNT. El Código Alimentario Argentino contempla como nivel máximo admisible 3 UNT  (1994). Uno de los comentarios frecuentemente escuchados para explicar los picos de alta turbidez que se observan en el agua de salida y en la red de nuestra ciudad es que las lluvias locales y otros factores alteraban de tal manera el agua de ingreso a la planta que superaban las posibilidades de clarificación.
En realidad una planta que funcione correctamente controla varias veces al día la turbidez de ingreso y puede adecuar los procesos para lograr niveles aceptables en el agua de salida.
Desde el Programa “Salud para todos” decidimos efectuar un estudio longitudinal para evaluar la calidad del tratamiento clarificador que recibe el agua en la planta potabilizadora de Concepción del Uruguay y su resultado en la red de distribución, usando la turbidez como indicador. Desde 2001 en adelante se realizan mediciones en la mayor parte de los días del año. Las variaciones que incluyen valores de riesgo se informan a las autoridades respectivas y están disponibles para el público en la página web del Programa.

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